jueves, 18 de octubre de 2012

Rivaldo levanta iglesia en Angola y dice: “Conocer a Dios y seguir su evangelio es mi mejor trofeo”



El astro brasileño del futbol Rivaldo (cuyo verdadero nombre es: Vitor Borba Ferreira Gómez) ha sido campeón del mundo con Brasil, y jugado en equipos como el Barcelona, Milan, Deportivo de la Coruña, Palmeiras, Olympiakos, Sao Paulo, y Corinthians. “Fue un regalo de Dios, pero todo pasa en la vida”, dice en una entrevista. “Tengo un Mundial, he sido el mejor del mundo. Pero mi mejor trofeo es haber conocido a Dios y seguir su Evangelio”.

Muchas personas me han preguntado: ¿Qué haces tú en Angola? ¿Por qué te has ido allí con 40 años? Además de jugar a fútbol -que adoro hacerlo, como lo sabe toda la gente de Barcelona-, me fui allí porque era también una oportunidad, y no solo futbolística, sino con un lado religioso. Soy evangélico, creo mucho en Dios, y tengo a una persona a mi lado, que se llama Víctor, que me da cobertura espiritual. Y me sucedió algo verdaderamente muy extraño.

Mucho antes de ir a África, cuando estaba pensando incluso en retirarme del fútbol, recibí una llamada telefónica de Víctor: “Rivaldo, tú irás a Angola”. Yo ni lo podía imaginar entonces, pero más de medio año después, cuando creía que se estaba acabando mi carrera, descolgué de nuevo el móvil. Era un empresario de Angola que me invitaba a jugar a fútbol allí. Pensé: ¿Angola?. En aquel momento no me lo podía creer. Era impensable, pero lo que me había dicho Víctor se había cumplido. ¿Cómo fue? No lo sé, ni siquiera ahora puedo saberlo. Pero sucedió. Creo que fue algo de Dios.

Me siento feliz, pero no solo por jugar, sino porque cumplí el sueño de levantar en ese país una iglesia evangélica. Poco a poco. Compré los terrenos hace unos meses y estamos a punto de inaugurarla. Está casi acabada. Si no pasa nada, abriremos las puertas el día 18. Es nuestra manera de ayudar a mucha gente que lo necesita, ya que en Angola, como también ocurre en muchas zonas de Brasil, hay mucha pobreza.

Jugar en Angola para nada es cómodo. Por ejemplo, tarda casi dos horas en recorrer 25 kilómetros para ir a entrenar. Se levanta a las seis de la mañana para empezar a entrenar a las ocho. La experiencia le ha dado otro valor a su vida. “Pido menos, no pierdo el tiempo en cosas absurdas”.

Angola es un país que se está desarrollando tras haber sufrido una guerra también ha abierto un instituto de ayuda social, que trabaja tanto en Angola como en Brasil, para los más necesitados. “Dios me dio tantas cosas en este mundo durante mi vida que ahora tengo que poner mi corazón, mi energía, mi fuerza para intentar devolver todo de alguna manera” explica Rivaldo.

“Es fácil vivir en Barcelona, Londres, Sao Paulo... Son ciudades maravillosas. Es fácil dar cariño y abrazar a personas perfumadas, guapas, ricas, pero no lo es a alguien que no puede bañarse ni comer. Esas personas no tienen la culpa de venir al mundo en esas circunstancias, y hablo también de las zonas pobres de Brasil o de otro país. Al final, es algo, tal vez, del destino. Yo mismo podría ser quien estuviese allí” razona con enorme seguridad Rivaldo.

“No nos vamos a llevar nada después de la muerte. A las 24 horas de morir, todos, pobres o ricos, seamos como seamos, acabamos igual. Por eso tenemos que ayudar a Dios, para tener esa vida eterna, porque el cuerpo no vale para nada. El corazón y el espíritu es lo que permanece. Es, por lo tanto, Dios quien está tocando mi corazón cada día para poder ayudar a todos ellos. Estoy hablando de Angola, pero vale para cualquier lugar.”

Puede ver o descargar en PDF la entrevista de ElPeriódico a Rivaldo siguiendo este link: Entrevista a Rivaldo.

Fuente: Protestante Digital y ElPeriódico

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