La Alianza Evangélica Mundial, a través de un informe elaborado por su Comisión de
Libertad Religiosa, ha mostrado su preocupación por la escasa importancia que
desde Occidente y, en concreto, desde los Estados Unidos, se muestra hacia el aumento del extremismo en Indonesia.
La Comisión dice en su informe, publicado en la página web de la Alianza, que
desde los atentados de 2002 en Bali, los Estados Unidos han centrado sus
esfuerzos en Indonesia en debilitar al grupo terrorista más peligroso, el Jemaah Islamiya (JI), con resultados aceptables. Sin
embargo, la amenaza sigue existiendo ya que “el
extremismo, que alimenta el terrorismo, está creciendo sin cesar”.
El problema, sin embargo, es más profundo que el acotar y perseguir los
movimientos de este grupo terrorista islámico.
Indonesia tiene la mayor población musulmana
de la zona, y está considerado como un modelo de compatibilidad del Islam con
la democracia. La mayoría de los 210 millones de
musulmanes del país son sunitas moderados, aunque los enfoques
conservadores salafistas del Islam echaron raíces en el país a través de grupos
paramilitares, como el Islam Darul.
El problema principal, según el informe de la Alianza, está en que los
gobiernos occidentales no están teniendo suficientemente en cuenta la situación
actual del aumento de mensajes extremistas entre la población. Aunque han
pasado unos meses sin que haya ningún ataque relevante, se sospecha que podría
tratarse de una tregua temporal y con una intención de fortalecerse.
“El problema del terrorismo es que está motivado por la ideología radical, por
lo que el movimiento no se termina automáticamente con la captura y muerte de
las figuras clave”, explica el jefe de la Agencia Nacional Antiterrorista de
Indonesia, Ansyaad Mbai.
Kiky Hutami, investigador en el Instituto Setara para la Paz y la Democracia de
Jakarta, está de acuerdo en que el crecimiento del extremismo
puede estar relacionado con el terrorismo. “El radicalismo es
el punto de partida de terrorismo, y el terrorismo es la cima del radicalismo”,
expresa Hutami.
Este Instituto registró 129 ataques religiosos
de enero a junio de 2012, sobre todo contra los cristianos y otras
minorías, efectuados por el Frente de Defensores del Islam
(localmente conocido como el FPI), un grupo que no tiene la consideración de “terrorista”.
Fuente: www.acontecercristiano.net
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