Robert Ballard, uno de los exploradores más famosos
del mundo submarino, ha puesto sus miras en probar la existencia de una de las
historias más famosas de la Biblia.
La historia de Noé y su arca es uno de los relatos centrales
del primer libro de la Biblia, el Génesis. Historias similares o con ciertas
coincidencias se encuentran en otros relatos antiguos como la epopeya
babilónica de Gilgamesh, y antiguos relatos griegos y romanos; así como de
nativos americanos. Todos ellos contienen imágenes de inundaciones con
diferentes variantes.
En una entrevista con Christiane Amanpour en ABC el
arqueólogo que descubrió el Titanic habló de los hallazgos que han surgido de su investigación
en Turquía y que apoyan la posibilidad de la existencia de una civilización
antigua arrasada por una inundación monstruosa.
"Fuimos allí para investigar la inundación",
dijo Ballard, "y vimos que existía
y que no se trató de un proceso lento, sino de un gran ascenso del nivel del
mar, que produjo una enorme inundación que permaneció durante mucho tiempo...
La tierra quedó sepultada bajo las aguas".
Con un
impresionante historial en su investigación arqueológica submarina (además del
Titanic, Ballard también encontró los restos del acorazado Bismarck, y una
flota que EE.UU. perdió en las afueras de Guadalcanal, en el Pacífico) Ballard se muestra confiado ante las críticas
que siempre surgen en un proyecto de este tipo. En el momento actual planea regresar
a Turquía el próximo verano para continuar con sus estudios y exploraciones.
Ballard no cree que vaya a encontrar el Arca de Noé,
pero sí evidencias de un pueblo cuyo mundo entero fue arrasado unos 7.000 años
atrás.
Los hallazgos de Ballard
Ballard ha estado explorando desde hace más de una
década, informa National Geographic. Esto le llevó primero a descubrir en 1999
evidencias de una antigua línea de costa sumergida.
Cuatrocientos metros bajo la superficie se descubrió
una antigua línea costera, lo que prueba que un evento catastrófico ocurrió en
el Mar Negro.
Robert Ballard |
Por las pruebas de carbono realizadas a los restos de conchas
encontradas a lo largo de la costa, Ballard cree que se puede establecer una
línea de tiempo para ese evento catastrófico, que habría ocurrido unos 5.000
años antes de Cristo. Algunos expertos creen que esa fue en la época cuando el
diluvio de Noé pudo haber ocurrido.
Ballard está utilizando tecnología robótica avanzada
para intentar retroceder y recrear el mundo de hace cerca de 12.000 años, a una
época en que gran parte de la Tierra estaba cubierta de hielo. Piensa Ballard
que es posible que la masa de hielo comenzase en un momento determinado a
derretirse, y esto habría producido un ascenso en la masa de agua del planeta
que a su vez desencadenara inundaciones masivas
en muchas partes del globo, causando estragos en todo lo que encontraba
a su paso.
Su equipo está ahora sondeando las profundidades del
Mar Negro frente a la costa de Turquía en busca de las huellas de una antigua
civilización oculta bajo el agua desde los tiempos de Noé.
Fuente: Protestante
Digital
No hay comentarios:
Publicar un comentario