Los científicos de British Telecom dijeron que el chip se conecta directamente al nervio óptico y de esa
manera puede almacenar
impulsos sensoriales entrantes que luego podrían ser
descargados y reproducidos en un ordenador o implantados en la memoria de otra
persona. Si bien puede parecer descabellado,
los científicos de BT lo están tomando muy en serio: Incluso se le asignó el
sobrenombre de producto de forma adecuada: "Soul Catcher 2025"
("capturador de
almas"). El
2025 es el año en que los científicos piensan que la idea se convertirá en
realidad.
La experiencia de toda una vida podría ser almacenada en unos 10 terabytes, de
acuerdo con Peter Cochrane, jefe de aplicaciones y tecnologías avanzadas de BT.
"Tiendo a pensar ahora sobre las computadoras como mi tercer lóbulo", dijo Cochrane, quien afirma que
la integración de un
circuito real en el cuerpo humano es el siguiente paso lógico.
Cochrane insiste en que BT está tomando el proyecto en serio, tal vez llevando
a algunos a cuestionar lo que los ejecutivos de la compañía ya tienen en su
cabeza. La compañía telefónica ha invertido 267 millones de libras (400
millones de dólares) en su laboratorio, un parque infantil para los futuristas
y sus inventos. "BT no es diferente de cualquier otra compañía telefónica
en el mundo, pero sí tienen este laboratorio de aplicaciones
avanzadas en los que se permite pensar en grandes ideas", dijo Ben Rooney, editor semanal
en el Daily Telegraph en la sección especializada en estos temas.
"Este proyecto es una parte muy pequeña de nuestro esfuerzo total",
sostuvo Cochrane. En el intervalo de 30 años entre el momento actual y el
potencial de entrega de la Soul Catcher, predice que se desarrollarán mucho más
simples los dispositivos dedicados a tareas de salvamento.
Todos los dispensadores de Coca-Cola y las máquinas de barra de caramelo en
Inglaterra están conectados para que le avise el límite de
consumo", dijo Cochrane. La investigación con la que está también
contribuyendo el Soul Catcher podría generar fichas de marcapasos para que den
alerta a los hospitales cercanos de una insuficiencia cardíaca inminente o para
un seguimiento constante de los niveles de azúcar en la sangre de los
diabéticos y sobre la liberación de insulina en el torrente sanguíneo cuando
sea necesario, dijo.
Fuente: acontecerCristiano.net
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