La película Noé o Noah se estrenó en los cines de EE.UU. y Europa, en el que casi como oculto detrás del evento, aparece la figura de Noé. El diluvio, el arca, la paloma y el arco iris son elementos que por su fuerza simbólica y teológica han hecho que ni siquiera los mismos cristianos tengan una imagen clara de quién fue este hombre que la Biblia describe como “justo e íntegro” y al que el profeta Ezequiel señala como uno de los grandes hombres de la historia antigua, junto a Job y Daniel.
1 ¿Cuál era su familia?
Su padre fue Lamec, y la Biblia no
menciona el nombre de su madre. Fue el mayor de sus hermanos. Su abuelo,
Matusalén, es conocido como el hombre más longevo de la humanidad: vivió 969
años, y murió el mismo año que sobrevino el diluvio. El relato de Génesis
vincula claramente la línea genealógica de Noé con el primer hombre, Adán, y la
descendencia que no procedía de Caín, que cometió el primer acto de violencia
de la historia de la humanidad, matando a su hermano Abel.
2 ¿Qué significa su nombre?
Noé o 'Noah' significa “cómodo” o
“fácil de llevar”, una palabra que según los especialistas da la idea de
“descanso”. Su padre le puso el nombre con un sentido profético: “Éste -dijo
Lamec- nos aliviará de nuestras obras y del trabajo de nuestras manos, a causa
de la tierra que el Señor maldijo”.
3 ¿Dónde vivía Noé?
La Biblia no lo específica, aunque se
supone su localización en el área de Mesopotamia.El arca, después del diluvio,
acabó posándose sobre los montes de Ararat, en la Turquía actual. Allí es
posible que desarrollara su vida posterior al diluvio.
4 ¿A qué se dedicaba?
No se especifica cuál fue su
profesión. Algunos han señalado la posibilidad de que siguiera la línea nómada
y pastoral de los patriarcas y que entronca con el hijo de Adán, Abel. Sin embargo,
después del diluvio se le ve plantando viñedos y se le llama “labrador”. La
construcción del arca, por otra parte, le ocupó mucho tiempo de trabajo: en
concreto, 120 años. Durante ese tiempo predicó sobre el juicio que vendría
sobre la tierra.
5 ¿Cómo fue su carácter?
Dice el relato de Génesis que era
“justo e íntegro (o perfecto) en sus generaciones”. Justo se refiere a sus
acciones. Íntegro, a su fe en Dios. Y se dice que “caminaba con Dios”, como uno
de sus antecesores, Enoc, que no murió sino que Dios “se lo llevó”. “¿Qué
significa caminar con Dios? -dice el pastor y profesor Shai Shemer- Que iba por
sus caminos”, lo que en la enseñanza bíblica significa “amar a Dios y al
prójimo”.
6 ¿Cuál fue su descendencia?
Tuvo tres hijos: Sem, Cam y Jafet. De
ellos procederán todas las familias de la tierra.Shai Shemer apunta a la
formación de la identidad del pueblo de Israel, que la Biblia identifica en la
línea de Sem, y su oposición a Cam, identificado con los enemigos de Israel:
Egipto y los cananeos que habitaban la tierra que luego conquistarían.
7 ¿Cómo era la sociedad en la que vivió?
Antes del diluvio, el panorama
descrito en Génesis es de “maldad” y “violencia”. La palabra correcta, dice
Shemer, es “rapiña” o “injusticia extrema”. Es “una prostitución total del
comportamiento. Por eso cuando Dios le habla a Noé, no invoca a la corrupción y
a la injusticia juntas, sino sólo a la injusticia. Cuando el expolio, el
derramamiento de sangre, la falta de respeto por la vida ajena llega al punto
de acabar con ella, se produce este juicio exterminador”. Hay diferencia, por
tanto, del juicio hacia Babel que se describe poco después en el Génesis, donde
se presenta una generación opuesta a Dios pero “que tenía armonía, no
practicaba la agresión de todos contra todos”.
8 ¿Qué hizo después del diluvio?
Noé, tras sobrevivir junto a su
familia, salió del arca con todos los animales. Practicó el culto a Dios y
recibió su bendición. El relato de Noé en Génesis concluye con su borrachera
tras beber el vino que había elaborado, revelando la semilla del fracaso en la
misma identidad humana. Una situación que le llevó a estar desnudo en su
tienda, lo que provocó reacciones distintas en sus hijos -dos de ellos con
respeto y compasión hacia su padre, uno con burla-, por lo que pronunció
palabras de bendición para Sem y Jafet, y de maldición para Canaán, el hijo de
Cam.
9 ¿Dónde se cuenta su historia?
La historia de Noé se cuenta en el
Génesis, el libro de los orígenes, que forma parte de la colección de cinco
tomos que conocemos como Pentateuco y los judíos llaman 'Torá'. Un relato cuyo
autor sería Moisés, según afirmaron los profetas, salmistas y posteriores
autores de las crónicas de Israel, y así también lo recogió la iglesia en los
escritos que formaron el Nuevo Testamento. Este detalle tiene una gran importancia
a la hora de entender todo el relato de los orígenes, entre ellas la historia
de Noé. “Dios se reveló a sí mismo, sus obras anteriores, la historia de las
familias de Israel y su papel en su plan de redención para la humanidad”,
explica el teólogo John MacArthur en su Introducción al Pentateuco.
10 ¿Qué enseñanzas teológicas se dan en la Biblia sobre
la vida de Noé?
Ya hemos citado el relato de Ezequiel,
uno de los últimos profetas del Antiguo Testamento, que de hecho escribe en
Babilonia, junto al pueblo que había sido llevado cautivo, lejos de su tierra.
La mención a Noé se encuentra en medio de una profecía de destrucción hacia la
añorada Jerusalén, un juicio que muchos de los exiliados judíos no podían
imaginar. La advertencia de Ezequiel concluye, sin embargo, con la esperanza de
“un remanente” que quedará. “Seréis consolados del mal que hice venir sobre
Jerusalén”, dice el Señor por boca de Ezequiel. Una situación semejante a la
que vivió, por tanto, Noé y su familia.
Jesús también recuerda “los días de
Noé” en medio de una advertencia profética de juicio. “Como en los días antes
del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta
el día que Noé entró en el arca, y no conocieron hasta que vino el diluvio y
llevó a todos. Así será la venida del Hijo del hombre” (Mt. 24.37-39).
Los primeros cristianos también lo
mencionaron. Lucas lo incluye en la genealogía de Cristo. El autor de Hebreos
habla de su fe, destacando su obediencia ante el encargo de hacer el arca. “Por
esa fe condenó al mundo y fue hecho heredero de la justicia que viene por la
fe”, dice el escritor.
El apóstol Pedro es el último en hacer
mención de Noé. Primero, en un contexto que habla sobre la salvación que
tenemos en Cristo, en uno de los pasajes de más complicada interpretación,
según muchos exégetas, en el que se dice que Jesús predicó “a los espíritus
encarcelados que en otro tiempo desobedecieron” en los días de Noé. En su
segunda carta, Pedro afirma que Noé fue “guardado” del juicio del diluvio, y le
llama “predicador de justicia”, poniéndolo como ejemplo a seguir para los
primeros cristianos.
(Cristiano Al Dia)
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